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Foto del escritorSilvia Baños

Cultura de dieta

Actualizado: 21 ene 2021

Actualmente vivimos en una sociedad en la que constantemente estamos expuestos/as, principalmente las mujeres, a críticas y comentarios sobre nuestro cuerpo. Además este tipo de críticas van siempre acompañadas de una supuesta preocupación por nuestra salud. Comentarios como: “deberías comer más” o “deberías comer menos” que la gente cree que ayudarán cuando, no más lejos de la realidad, lo que verdaderamente hacen es molestar.


Pero no es solo la gente que nos rodea, sino que el mundo está lleno de mensajes subliminales que nos dicen cómo tenemos que ser y cuánto tenemos que pesar. Y, por supuesto, en el caso de que no peses lo que deberías siempre puedes recurrir a la maravillosa dieta que hizo tu prima Paquita el año pasado con la que perdió 10 kilos en un mes pero que recuperó, e incluso aumentó en dos. Pero eso es culpa suya que no tiene fuerza de voluntad, y no de la dieta que solo le dejaba comer piña y brócoli y le decía que bebiese mucha agua para engañar al hambre.


La verdad es que la cultura de dieta está tan impregnada en nuestra sociedad que cuando vas al médico en busca de ayuda para mejorar alguna enfermedad cardiovascular, el médico te recetará “bajar de peso” con una dieta de 1500 kcal literalmente sacada de un cajón, que no tiene en cuenta ni si eres hombre o mujer, ni tu peso, ni tu composición corporal, ni tu actividad física diaria y, ni mucho menos, tus gustos ni tus necesidades. Obviamente una dieta imposible de llevar a cabo y altamente frustrante al hacerte creer que verdaderamente para mejorar tu salud debes comer eso. Obviamente esto no es así, ese tipo de dietas más lejos que mejorar nuestra salud nos la empeora con creces. Y es que, ¿qué tiene de saludable llevar una dieta que no nos gusta, que nos hace pasar hambre, que nos impide dormir y nos hacer sentirnos fracasados/as por no poder llevarla a cabo? Pues ya te lo digo yo, absolutamente nada.


Y es que a diferencia de lo que nos han hecho creer durante toda nuestra vida y a los nutricionistas durante toda la carrera, las dietas no sirven para nada. Sí, sí, como lo oyes, para nada. Y te preguntarás ¿para qué estáis los nutricionistas entonces? Pues para enseñarte a llevar una alimentación saludable durante toda tu vida. Y es que de nada sirve llevar una dieta, por muy saludable y adaptada que esté a tus necesidades, durante un periodo de tiempo, conseguir un objetivo estético y volver a unos malos hábitos, porque todo lo que hayas conseguido hasta entonces se perderá. Pero no solo es eso, sino que alimentarnos de forma saludable no se hace única y exclusivamente para conseguir un determinado físico, sino que principalmente se debe hacer para estar sanos y prevenir enfermedades y esto debe ser así independientemente del físico que tengamos.


Los nutricionistas estamos aquí para aconsejarte y acompañarte en este camino. No es un camino fácil pero merece la pena. Es como aquel que decide dejar de fumar. De nada sirve dejar de fumar durante 2 meses si luego vuelves a fumar como antes o incluso más. Es mucho mejor ir dejándolo poco a poco o incluso reducir la dosis para siempre. Pues lo mismo ocurre con la alimentación. No hace falta que esta sea perfecta, el simple hecho de introducir nuevos hábitos como comer fruta si no lo hacías antes o reducir el consumo de alcohol estará ayudando significativamente a a mejorar tu salud.


Además, una buena herramienta a la hora de instaurar hábitos de alimentación saludable es la alimentación consciente o Mindfull eating. Este tipo de alimentación consiste en escuchar a nuestro propio cuerpo antes de alimentarnos, es decir, escuchar sus gustos, sus necesidades y sus preferencias y darle lo que le hace sentirse bien.


Tal vez estés pensando que si le dejas rienda suelta a tu cuerpo este siempre va a estar pidiendo pizza y patatas fritas porque eso es lo que le va a apetecer, pero la verdad es que no. Cuando empezamos a llevar una alimentación saludable nuestro cuerpo lo nota y empieza a funcionar mejor, aquí es cuando debemos empezar a escucharlo. Prestar atención a que cuando consumimos alimentos ricos en fibra como frutas y cereales integrales vamos mejor y con más regularidad al baño y desaparecen las diarreas y/o los estreñimientos; a que cuando consumimos grasas saludables como aceite de oliva, aguacate, semillas o pescados grasos nuestro ciclo menstrual se regula y dormimos mejor; o a que cuando comemos proteína suficiente y de buena calidad como huevos, legumbres o carnes magras tenemos más fuerza y energía en nuestro día a día.


Para eso estamos los nutricionistas, para mostrarte las ventajas de llevar una alimentación saludable y allanarte el camino hasta que sepas hacerlo solo/a y de forma intuitiva. Y es que no es necesario contar calorías, ni macronutrientes y nada de nada para llevar una alimentación saludable. Eso dejémoslo para deportistas o personas que quieran conseguir un objetivo físico o de rendimiento concreto.


Sí que es cierto que hasta que consigas comer de forma saludable por ti mismo/a necesitarás seguir una dieta totalmente adaptada a tus gustos y necesidades pautada por un dietista o nutricionista. Pero siendo consciente de que ese tipo de alimentación no se debe acabar nunca, que estás empezando en un nuevo estilo de vida y que si quieres cuidar tu alimentación tendrá que ser así para siempre. Pero no te preocupes, porque en cuanto lo pruebes no querrás dejarlo nunca e incluso te lamentarás por no haber empezado antes.

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