El azúcar, ese al que parece que le tenemos tanto miedo, pero, ¿sabemos en realidad qué es el azúcar?
El azúcar se trata de un tipo de carbohidrato simple, un disacárido concretamente, resultante de la unión de una molécula glucosa con una de fructosa utilizado en la mayoría de los casos como endulzante artificial. El azúcar nos aporta calorías vacías, es decir, calorías sin más. Es decir, el azúcar puede quitarnos espacio para consumir los nutrientes que verdaderamente necesitamos y hace que aumentemos con o sin necesidad nuestras calorías diarias ingeridas (esto dependerá del ejercicio físico que realices diariamente).
Sin embargo, existe una gran cantidad de alimentos que de forma natural contienen, no azúcar como tal, pero sí otros carbohidratos simples, como la fructosa. Este tipo de alimentos son principalmente las frutas, cuyo consumo es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Esto quiere decir que el consumo de los diferentes carbohidratos simples presentes en los alimentos de forma natural no es perjudicial para nuestra salud. El problema viene cuando los carbohidratos simples pasan a consumirse en forma de "azúcar añadido".
La industria alimentaria, consciente del agradable sabor del azúcar, decide añadírselo a una gran cantidad de productos ulraprocesados para mejorar su sabor y aumentar así sus ventas. Sin embargo, a diferencia de los carbohidratos simples presentes de forma natural en los alimentos como la fructosa de las frutas o la lactosa de la leche, el azúcar de mesa no es necesario para nuestro cuerpo. El azúcar añadido aumenta considerablemente la cantidad de kcal de los propios alimentos y dispara nuestra glucosa en sangre (lo cual realizado de forma habitual puede aumentar nuestra resistencia a la insulina). Además, son muchos los alimentos como el café o las infusiones, a los que les solemos añadir azúcar de forma automática, lo cual provoca que nuestro paladar se adapte a los sabores extremadamente dulces y/o intensos y acabemos rechazando los propios sabores naturales de los alimentos.
Con esto no quiero decir que no podamos consumir azúcar añadido nunca, pero sí que debemos reducir su consumo y contextualizar su uso. Es decir, el consumo de azúcar añadido, aunque sea diariamente, no tendrá el mismo efecto para la salud de una persona activa cuyas necesidades energéticas diarias son altas, que lleva una dieta saludable y, que una vez que ya tiene cubiertas todas sus necesidades de nutrientes a partir de alimentos saludables, decide introducir en su dieta alimentos con azúcar; que para la salud de una persona totalmente sedentaria cuyo gasto energético diario se basa principalmente en el consumido por su metabolismo basal, que lleva una dieta rica en alimentos ultraprocesados y sustituye el consumo de una gran parte de los nutrientes que necesita por el consumo de azúcar añadido.
Como no me cansaré de repetir nunca, ningún alimento, por muy vacío que sea en nutrientes, ni engorda ni es malo para nuestra salud por sí solo, lo que verdaderamente importa es el contexto en el que se ingiera y lo hábitos de vida y de alimentación que lleve quien lo esté consumiendo.
Por último quiero te decir que en el caso de que seas una persona que no tiene un estilo de vida muy activo y que suele consumir una alta cantidad de azúcares añadidos, no te preocupes porque nunca es tarde si la dicha es buena y cualquier momento es un buen momento para empezar a cambiar tus hábitos. La idea no está es dejar el azúcar de un día para otro, sino en empezar a realizar pequeños cambios en nuestro día a día que a penas nos supongan esfuerzo, pero que a lo largo de un cierto tiempo se conviertan en un gran cambio. Aquí te dejo algunos consejos:
- En el caso de consumir café o infusiones con azúcar, empieza a reducir el consumo de este. Por ejemplo, si le echas dos cucharaditas de azúcar empieza por empezar a echarle 1 y media hasta que consigas que te esté igual de rico que cuando le echabas 2. Una vez hayas conseguido esto vuelve a reducirlo, ahora en lugar de echarle 1 y media échale solo una y así progresivamente hasta que consigas acostumbrarte y disfrutar el café sin azúcar. Te aseguro que no es ninguna locura y que está muy rico.
- Otro truco es que si por ejemplo estás acostumbrado/a a berber 2 latas de un refresco azucarado al día empieces a sustituirlas por latas con edulcorantes y después empieces a sustituirlas por agua o infusiones sin azúcar poco a poco.
- El último truco que te voy a dar, aunque en realidad me podría tirar aquí todo el día, es empezar a sustituir recetas de repostería por repostería saludable. Te sorprenderá la cantidad de recetas de repostería deliciosas y sin azúcar que existen. Este tipo de recetas que sustituyen el azúcar por cualquier otro tipo de endulzante natural como las frutas son comidas saludables que puedes llegar a consumir todos los días y te aseguro que una vez que empiezas a consumirlas ¡no puedes parar de lo ricas que están!
Comments