Estamos cansados de escuchar hasta en la sopa que tenemos que comer fibra si queremos llevar una alimentación saludable, pero, sin embargo, no sabemos bien el por qué. ¿Qué tiene la fibra, que aunque no se absorba, nos aporta tantos beneficios?
Para conocer bien cuáles son los beneficios de la fibra en nuestra alimentación debemos conocer primero cómo funciona el proceso de digestión. Cuando ingerimos un alimento por la boca este recorre todo nuestro tubo digestivo hasta acabar saliendo en forma de cc por el ano. A lo largo de todo este proceso se van produciendo una serie de transformaciones en la comida:
Todo empieza en la boca, aquí nuestros dientes se encargan de masticar los alimentos y descomponerlos en sustancias más pequeñas que son trasladadas al estómago a través del esófago. En el estómago los alimentos se terminan de descomponer y se liberan los nutrientes gracias a la potente acidez de los jugos gástricos. Esta sustancia pasa al intestino delgado donde tienen lugar la acción de la bilis y los jugos pancreáticos y la absorción de los nutrientes.
Una vez absorbidos todos los nutrientes, el agua, el alcohol o todo aquello que pueda ser absorbido, los productos restantes, en su mayoría fibra y almidón resistente, pasan al intestino grueso (IG). La fibra permanece en el intestino delgado de 6 a 72 horas y durante este tiempo sirve de alimento a todos los microorganismos buenos (MO) que viven en nuestro intestino delgado. Estos MO son buenos porque al alimentarse de ella, fermentan la fibra produciendo unas sustancias (ácidos grasos de cadena corta) que ayudan al crecimiento de las células del colon, aumentan el número de MO buenos del intestino e intervienen en la fabricación de neurotransmisores como la serotonina (hormona de felicidad). Además, ayudan a aumentar nuestra energía, regulan el colesterol y aumentan la quema de grasa.
Tal vez nuestro cuerpo no se alimente directamente de la fibra que consumimos, pero sí que lo hacen nuestras bacterias buenas, estas que conforman la MICROBIOTA INTESTINAL y juegan un papel tan importante en nuestra salud.
La fibra está presente en la fruta, en la verdura y en los cereales integrales como el pan integral, la pasta integral, el arroz integral, la avena, harinas integrales, etc… Asegúrate siempre de elegir las opciones integrales para cuidar tu salud.
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