Puede que esto te haya dejado sorprendido, pero efectivamente, un zumo de naranja recién exprimido tiene el mismo valor nutricional que cualquier zumo envasado: ninguno.
Pero tampoco nos volvamos locos. Es cierto que si los comparamos sale ganando el zumo recién exprimido ya que a éste, por lo menos, no le han añadido azúcar extra, pero eso no quita que los azúcares que contiene el zumo recién exprimido sean azúcares libres que actúan en nuestro cuerpo exactamente de la misma forma que los azúcares añadidos.
Para poder entender esto es importante que sepáis que podemos dividir los azúcares en 3 grupos:
- Azúcar naturalmente presente. Como ya vimos, este tipo de azúcar es el que podemos encontrar de forma natural en los alimentos como las frutas o incluso la leche y es totalmente inofensivo y saludable al ingerirse acompañado del resto de nutrientes propios del alimento que hacen más difícil su absorción e impiden que se disparen los niveles de glucosa en sangre.
- Azúcar añadido. Como también vimos, este tipo de azúcar es el que nosotros mismos o la industria añadimos a los alimentos, como por ejemplo el azúcar que nosotros mismos añadimos al café o el azúcar que la industria añade a los refrescos. Este tipo de azúcar tiene un impacto distinto del anterior al absorberse de forma rápida y disparar nuestros niveles de glucosa en sangre.
- Azúcar libre. Y por último encontramos el azúcar propio de un zumo de naranja recién exprimido. Este azúcar no lo añades, sino que lo extraes de un alimento, separándolo del resto de nutrientes del alimentos y convirtiéndolo en azúcar libre que actúa en nuestro organismo de la misma forma que el azúcar añadido: elevando rápidamente los niveles de glucosa en sangre y, por lo tanto, aumentando el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo II.
Con esto solo quiero decir que lo verdaderamente interesante de la fruta es consumirla entera, preferiblemente a bocados, pero si decides tomarla líquida añade las frutas enteras y tritúralas para obtener un batido de frutas enteras y no un zumo de azúcar y, por su puesto, no le añadas azúcar, las frutas ya contienen suficiente cantidad de azúcar como para que el alimento esté dulce, así te estarás beneficiando de todos sus beneficios y no solo consumiendo azúcar.
Además, la fruta entera es una muy buena opción a la hora de endulzar tus platos de repostería, desayunos, o meriendas. Solo tienes que sustituir el azúcar por frutas enteras como el plátano, fresas, frutos rojos, naranja... ¡y empezar así a saborear el sabor real de los alimentos!
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