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Foto del escritorSilvia Baños

Tipos de grasa en los alimentos

Actualizado: 10 dic 2020



Como ya vimos anteriormente, las grasas son un tipo de macronutriente que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Éstas no solo se almacenan en nuestros cuerpo para proporcionarnos energía para cuando la necesitemos, sino que además también nos dan la energía que necesitamos diariamente y nos ayudan a absorber las conocidas vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y a mantenernos calientes. Todo esto, eso sí, siempre y cuando se consuman en las cantidades y proporciones correctas, ya que no todos los tipos de grasas son iguales ni afectan de la misma forma a nuestro cuerpo. Para poder entender esto vayamos a conocer los diferentes tipos de grasas que existen.


Las grasas se dividen principalmente en dos grupos en función de si poseen o no insaturaciones en su estructura. Estos grupos son:


Grasas SATURADAS

No poseen insaturaciones en su estructura. Consumidas en abundantes cantidades, provenientes de alimentos poco recomendables, elevan el nivel del colesterol LDL (malo) en sangre haciendo que este quede acumulado en las arterias y pueda provocar la obstrucción o bloqueo de las mismas. Sin embargo, aunque esto es cierto, las grasas saturadas no tienen por qué ser perjudiciales para nuestra salud. El consumo de grasas saturadas, siempre y cuando provenga de alimentos saludables, no es perjudicial para la salud. Esto se debe a que los alimentos saludables ricos en grasas no solo poseen grasas saturadas en su composición, sino que también poseen otros muchos nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales que sí que son beneficiosos para nuestra salud. Es más, el consumo de ciertos alimentos como el chocolate >85%, los lácteos o los huevos, que son ricos en grasas saturadas, están directamente relacionados con una MENOR mortalidad por eventos cardiovasculares, y por lo tanto, por una mejor salud cardiovascular.


Con esto se rompe el mito de que todas las grasas saturadas son perjudiciales para nuestra salud. Es más, puede que incluso, consumidas a partir de alimentos saludables como los 3 descritos anteriormente (lácteos, huevos y chocolate negro >85%) pueden llegar a ser beneficiosos.


El consumo de grasas saturadas será considerado poco saludable cuando provenga de alimentos poco saludables como los altamente procesados, los embutidos o los aceites refinados como el aceite de palma.


Los alimentos que más las contienen suelen ser principalmente los alimentos de origen animal como la matequilla, la leche y sus derivados o los embutidos. Pero también son ricos en grasas saturadas algunos aceites vegetales como el aceite de palma o el aceite de coco.


Según lo ya visto, recomiendo priorizar el consumo de lácteos enteros, quesos, huevos, chocolate negro >85% y aceite de coco. El resto de alimentos mencionados no son considerados alimentos saludables ya que su composición nutricional es bastante escasa en nutrientes y su concentración en grasas saturadas es excesivamente elevada, por lo que recomiendo eliminar su consumo o, en el peor de los casos, extremar su consumo a MUY OCASIONALMENTE.

Grasas INSATURADAS

Sí poseen insaturaciones en su estructura. Disminuyen el colesterol LDL y aumentan el HDL (bueno). Todas ellas suelen encontrarse en la mayoría de los aceites vegetales que son líquidos a temperatura ambiente y se dividen a su vez, en función del número de insaturaciones que posean, en:

· Grasas MONOINSATURADAS: Solo poseen una insaturación en su estructura. Se encuentran en el aceite de oliva, las aceitunas o el aguacate.


· Grasas POLIISANTURADAS: Poseen más de una insaturación en su estructura. Se encuentran en el aceite de girasol, los frutos secos o los pescados grasos.


Todos estos alimentos son considerados alimentos saludables ricos en grasas, por lo que su consumo es una excelente forma de llegar a nuestros requerimientos diarios de grasas y ayudar así, al correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.


GRASAS TRANS

Pero además de estos 3 tipos de grasas, actualmente también podemos encontrar las grasas TRANS. Seguramente ya las conozcas pero no sepas muy bien qué son ni de dónde provienen, ya que como habrás visto, no se encuentran en ninguno los grupos vistos anteriormente. Pues bien, este tipo de grasas no son, ni más ni menos, que un producto obtenido a partir de la hidrogenación de las grasas insaturadas que provoca que tengan una textura más sólida y cuya finalidad es mejorar el sabor y aumentar el tiempo de conservación de los alimentos.


Como ya habrás podido deducir, este tipo de grasas son muy utilizadas por la industria alimentaria cuya única finalidad es vender más y más. Sin embargo, tienen un gran impacto negativo sobre nuestra salud:


- Como ocurre con las grasas saturadas, las grasas TRANS, en este caso también consumidas en pequeñas cantidades, aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) y disminuyen los niveles de colesterol bueno (HDL) provocando su acumulación en las arterias y pudiendo provocar enfermedades cardiovasculares.


- Aumentan nuestro peso corporal. Este tipo de grasas no aparecen aisladas en los alimentos en los que se consumen, sino que suelen aparecer acompañadas de grandes cantidades de azúcares añadidos. Esto no solo ayuda a aumentar la palatabilidad y la ingesta de los alimentos, sino que además, también incrementa nuestro peso y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Pero no te asustes, puede que las grasas TRANS sean el demonio, pero son muy fáciles de identificar ya que suelen aparecer en la mayoría de los alimentos ultraprocesados como fritos, galletas, aperitivos salados, chucherías, comida rápida, bollería industrial, helados… Por lo que si lo que quieres es reducir su consumo solo tienes que reducir el consumo de alimentos industriales. Como ya he dicho al principio, las grasas trans son un invento, por lo que los alimentos naturales o caseros están libres de ellas.




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