El dolor menstrual o dismenorrea es una dolencia muy común que ocurre entre el 45-90% de las mujeres que tienen la regla y que actualmente está muy normalizado. Sin embargo, pesar de su alta prevalencia, la dismenorrea es una dolencia poco estudiada y, muchas veces, infravalorada o despreciada por algunos personales sanitarios e incluso mujeres que lo aceptan como algo normal. Y no, el dolor no es normal. De hecho, es una de las causas más frecuentes de absentismo laboral y/o escolar en mujeres. Esta es una condición de la que deberíamos tener más información y por desgracia, la evidencia es limitada para la alta prevalencia que existe.
Lo que sí es normal es que durante estos días nos sintamos más débiles y con menos energía en comparación con el resto de días del mes. Pero, sufrir dolores agudos que no nos impidan salir de la cama o que nos obliguen a tomar antiinflamatorios porque el dolor es insufrible no es normal y tenemos que dejar de normalizarlo y de creer que es un signo de que todo va bien en nuestro interior.
La realidad es que un signo real de que todo está bien en nuestro interior es tener una regla sin apenas dolores, en la que no nos sea necesario tomar fármacos antiinflamatorios y en la que más o menos podamos realizar una vida normal. Puede que tengamos menos fuerzas o menos energía, que tal vez no nos apetezca entrenar y prefiramos quedarnos en el sofá tranquilamente. Eso sí es normal. Lo que no es normal es retorcernos del dolor y no poder ni siquiera permanecer vivas sin tomarnos algún fármaco. Y es que la dismenorrea no es un dolor que aparezca cuando hacemos movimientos bruscos o grandes esfuerzos, sino que existen muchísimas mujeres que estando en la cama descansando se retuercen del dolor y eso no puedo catalogarse como normal.
Así, me gustaría decirte que se puede aliviar e incluso eliminar este dolor para siempre. Y es que uno de los motivos principales por los que la dismenorrea aparece son unos malos hábitos de vida, por lo que mejorar tus hábitos puede ser el mejor tratamiento a la hora de tratar este dolor tan desagradable.
Algo tan simple como llevar una buena alimentación, practicar ejercicio físico con regularidad y descansar adecuadamente pueden reducir significativamente los dolores producidos por la menstruación, además de evitar también que abusemos de fármacos antiinflamatorios que nada bueno suponen en nuestra salud más que hacer de parche frente a dolores y enfermedades.
Mientras que nuestra salud y nuestro bienestar estén en nuestras manos, hagamos todo lo que sea posible por mantenerlos y cuidarnos. Dejemos de normalizar los dolores menstruales agudos y empecemos a darles la importancia que se merecen y que nosotras nos merecemos. Porque no nos merecemos sufrir esos dolores ni es algo biológicamente normal.
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