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Foto del escritorSilvia Baños

Familiarizándonos con nuestro ciclo menstrual

El ciclo menstrual es el famoso ciclo por el que pasamos todas las mujeres todos los meses y que comienza con la famosa regla.


Tal vez, ya habrás notado, si eres mujer porque lo habrás vivido, y si eres hombre porque lo habrás percibido, que las mujeres pasamos por diferentes fases o cambios hormonales a lo largo de este ciclo que nos hacen estar más o menos susceptibles a los acontecimientos que nos van ocurriendo en la vida.


Esto es algo totalmente normal y natural, y es que el ciclo menstrual y sus cambios asociados nos acompañan a lo largo de todo el mes. Así, me gustaría explicarte un poco cuáles son esos cambios que experimentamos las mujeres a lo largo de todo el ciclo de una forma sencilla y fácil de recordar.


Esta analogía que voy a utilizar para explicarte las diferentes etapas del ciclo menstrual está totalmente sacada del libro “Nutrir mi sangre” de Julia Jiménez Hens, nutricionista y creadora de @nosequecenar en Instagram, el cual recomiendo muchísimo si quieres conocerlo todo acerca de los cambios y fluctuaciones que ocurren en tu cuerpo cada mes.


Julia, en su libro, representa los cambios hormonales vividos a lo largo de todo el ciclo menstrual como 4 personajes: la Anciana, la Joven, la Madre y la Hechicera.


La Anciana

El ciclo menstrual empezaría con la Anciana, que hace referencia a los días de menstruación o regla. Durante estos días, como ya habrás podido comprobar, nos sentimos más débiles, podemos experimentar dolor y malestar e incluso, puede que en algunas de nosotras no nos apetezca levantarnos de la cama.


El problema viene cuando nos forzamos a llevar un día a día totalmente normal y lleno de cosas que hacer sin tener fuerzas para hacerlo. Está claro que el mundo no se puede parar cada vez que tengamos la regla, pero si somos conscientes de ello sí que podemos bajar un poco el ritmo durante estos 2-3 días más intensos y no sentirnos mal por no poder dar el 100% tanto en el trabajo, en los estudios o en el entrenamiento.


Mi consejo es que si tú sabes que este periodo te afecta fuertemente y que tal vez tus fuerzas se vean reducidas, organices tu mes de tal manera que la carga de trabajo y entrenamiento durante estos dos días sea menor. Para ello posiblemente tengas que aumentar esta carga en otras semanas del mes en la que sabes que te encontrarás con mucha más energía.


También me gustaría puntualizar que es normal sentirnos más débiles y con menos energía durante estos días y, por lo tanto, conviene frenar un poco. Pero, lo que no es normal es sentir dolores agudos que nos impidan hacer cualquier tipo de actividad y que nos hagan esclavas de fármacos antiinflamatorios. Este tipo de dolores tan intensos no son necesarios y podemos eliminarlos para siempre. Pero esto es algo que abordaré en otra publicación más detalladamente.



La Joven

La siguiente fase del ciclo menstrual tras finalizar el periodo menstrual se corresponde con la Joven. Y como bien nos indica su nombre, nos sentimos jóvenes, enérgicas y con muchas ganas de hacer cosas nuevas.


Nos es de mucha utilidad saber esto ya que como he comentado antes, si sabemos que durante la fase anterior vamos a estar más cansadas y que en esta vamos a estar más enérgicas, sería muy interesante aumentar la carga de trabajo durante estos días.


Esta fase suele durar unos 10-12 días dependiendo de cada mujer y el tiempo que tarde en empezar la ovulación. Tu misma notarás los cambios y la llegada de una nueva fase. Sin embargo, utilizar aplicaciones para controlar tu ciclo menstrual como CLUE te será de gran utilidad a la hora de planificar tu mes.


Te recomiendo acumular la mayor parte de tu carga de trabajo y entrenamiento durante estos días, ya que serán los días en los que más enérgica te sientas y posiblemente en los que consigas con mayor facilidad cumplir con todos los objetivos propuestos.


La Madre

La tercera fase de nuestro ciclo menstrual se corresponde con la ovulación, caracterizada como la Madre. Esto se debe a que durante esta fase nuestro cuerpo se prepara para quedarnos embarazadas e inconscientemente nos encontramos más cariñosas, con más ganas afecto emocional y con un instinto de proteccionismo o cuidado hacia los demás.


Esta fase suele durar unos 3-4 días y se corresponde con el periodo en el que un óvulo ya madurado se instala en la pared del útero esperando a ser fecundando. Son los famosos días más fértiles del mes, en los que somos especialmente vulnerables a quedarnos embarazadas y además, también aumenta nuestra sensibilidad. Solemos estar más susceptibles a los cambios y a los acontecimientos que ocurren en nuestra vida, nos irritamos con mayor facilidad y lloramos y reímos también con mayor facilidad. En general, nuestras emociones se ven intensificadas.


Esto es algo totalmente normal y que posiblemente una vez que lo conozcas puedas darle explicación a por qué aquel día te pusiste como una furia sin motivo aparente o, porque aquel otro día sentías unas ganas inmensas de llorar y después no podías parar de reír.

La Hechicera

Por último, pero no menos importante, pasamos a la última fase de nuestro ciclo menstrual, la famosa semana previa al periodo menstrual y popularmente caracterizada por el Síndrome Premenstrual. ¿Quién no ha oído hablar del síndrome premenstrual? Ese famoso síndrome que nos hace estar de mal humor, irritables, poco amigables e incluso con dolores los días previos al periodo.


Déjame decirte, querida amiga, que el Síndrome Premenstrual no es más que un fiel invento de la sociedad acelerada en la que vivimos. La fase previa al periodo es una fase preciosa y muy útil en la que nuestra creatividad florece. El problema viene cuando esta creatividad se ve coartada por el ritmo acelerado en el que vivimos. Es por esto que durante esta fase nos solemos sentir más estresadas que en fases anteriores.


Posiblemente, si te prestas atención, te des cuenta de que durante estos días se te ocurran multitud de cosas que te gustaría hacer, ya sean manualidades, experimentos que veas por internet, practicar nuevos entrenamientos, descubrir platos nuevos… Sin embargo, no permitimos que eso salga a relucir porque tenemos tantas cosas obligatorias que hacer que no damos rienda suelta a nuestra creatividad y esto nos frustra y nos estresa provocando el famoso Síndrome Premenstrual.


Obviamente, al igual que en la fase de la Anciana (regla), el mundo no puede pararse para que tú des rienda suelta a tu creatividad. El trabajo y/o el estudio siguen y hay ciertas obligaciones con las que tenemos que cumplir obligatoriamente. Sin embargo, sí que existen ciertas tareas que hacemos por inercia y a las que verdaderamente no estamos obligadas, como por ejemplo, quedar con amigos cuando lo que de verdad te apetece es quedarte en casa a dejar fluir tu creatividad y tal vez probar una receta nueva o experimentar con tu pelo. Qué más da. Al fin y al cabo es tu tiempo libre y puedes hacer con él lo que te dé la gana.


Os dejo también una imagen que representa muy bien los cambios producidos en nuestro interior a lo largo de todo el ciclo:







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